Pertenece a los llamados pueblos negros y con sus alrededor de 15 habitantes censados, es un lugar perfecto para una escapada de turismo rural.
Nuestro recorrido nos llevara a visitar el hayedo de Tejera Negra, para ello cruzaremos al lado sur de la sierra de Ayllón en su vertiente de la provincia de Guadalajara.
Para cruzar la sierra no tenemos otra que comenzar una fuerte ascensión al puerto de los Infantes, ya conocido por nosotros pero siempre en sentido contrario, viniendo desde Santibañez. Después de una bajada rápida nos encontramos con la ultima rampa de subida hasta la puerta que nos separa de Guadalajara.
Esta subida tiene una rampa muy dura y continua, con un suelo irregular, lleno de piedras pequeñas (pizarra) que nos obligara a poner pie en tierra.
Llegamos a una puerta atada con una cuerda, la cual salvamos pasando las bicis por arriba y nosotros que estamos delgaditos podemos atravesar sin problemas.
Cogemos el camino que sale a nuestra derecha. Volveremos por el de la izquierda.
Este camino empieza a enseñarnos lo que nos vamos a encontrar durante todo el día, un continuo bajar y subir, subir y bajar.
Creo que no llegamos a llanear mas de un km seguido, esto hace de esta ruta mas dura de lo que los kms y desnivel pueda parecer.
Estaremos atentos a nuestro GPS puesto que en un punto dejamos la pista para descender por un sendero que nos lleva al parking del hayedo.
Pasado el parking cogemos el camino de salida para los coches y mas adelante torceremos a la derecha en continua ascensión... ¿no termina nunca?
Vamos dejando este valle a la derecha.
Para encontrar este valle a la izquierda.
La ruta nos parece espectacular.
Hay que tener mucho ojo a las vacas que te puedes encontrar tras una curva.
Esta parte es una pasada.
Llegamos a un cartel que nos indica 13 kms a Cantalojas. Nosotros seguimos de frente para ver el camino que se adentra entre las montañas, el cual es opcional puesto que volveremos sobre nuestras rodadas. Pero creo que merece la pena puesto que el paisaje sera de lo mejor que veamos en el día. Eso si, siempre subiendo y bajando y en este tramo las pendientes son duras.
Después de llegar de nuevo al cartel de Cantalojas y tras reponer fuerzas nos encontramos con una fuerte bajada continuada de una subida muy fuerte la cual decidimos subir andando puesto que no es cuestión de quemar el plátano en 60 metros ,-)
A partir de aquí llegan los kms mas suaves recorriendo el valle junto al río, no sin el susto de un perro que nos sale al camino empapado de agua... menos mal que estaban cerca los dueños, por que pensé que seria uno de esos perros salvajes que tanto temor nos da a los que andamos por el campo.
Llegamos a la entrada al hayedo y nos toca de nuevo subir camino de la puerta que separa las dos provincias.
Esta parte es una pasada.
Llegamos a un cartel que nos indica 13 kms a Cantalojas. Nosotros seguimos de frente para ver el camino que se adentra entre las montañas, el cual es opcional puesto que volveremos sobre nuestras rodadas. Pero creo que merece la pena puesto que el paisaje sera de lo mejor que veamos en el día. Eso si, siempre subiendo y bajando y en este tramo las pendientes son duras.
Después de llegar de nuevo al cartel de Cantalojas y tras reponer fuerzas nos encontramos con una fuerte bajada continuada de una subida muy fuerte la cual decidimos subir andando puesto que no es cuestión de quemar el plátano en 60 metros ,-)
A partir de aquí llegan los kms mas suaves recorriendo el valle junto al río, no sin el susto de un perro que nos sale al camino empapado de agua... menos mal que estaban cerca los dueños, por que pensé que seria uno de esos perros salvajes que tanto temor nos da a los que andamos por el campo.
Llegamos a la entrada al hayedo y nos toca de nuevo subir camino de la puerta que separa las dos provincias.
Es larga pero muy tendida.
Nos queda una bajada peligrosa (aquella subida donde tuvimos que poner el pie por primera vez) y una subida fuerte, para ver desde lejos El Muyo y dejarnos caer camino de los coches.
Ángel y yo desconfiamos de tanto cuerno junto y decidimos hacer un poco de empuja bike por la montaña y buscar un lugar donde cruzar.
No somos los primeros. Mas arriba están los alambres separados y podemos pasar sin dificultad.
Nos queda una bajada peligrosa (aquella subida donde tuvimos que poner el pie por primera vez) y una subida fuerte, para ver desde lejos El Muyo y dejarnos caer camino de los coches.
La ruta parecía sobre el papel menos dura de lo que se ha hecho, pero como siempre, merece la pena el esfuerzo por una mañana de 10.
Como ya dije en su momento, excelente ruta con inmejorable compañía ;-)
ResponderEliminaresta zona es una pasada, ya tengo ganas de rodarla de nuevo...
ResponderEliminarcuidate.
saludos.